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When God is Silent

Mar 5, 2021

What to do when God is silent, goes the question. But maybe what is really being said here is, ‘God is not speaking to me in a fashion that is convenient or dramatic enough to address my anxieties and hardships.’ Being the anxious creatures that we are, we might be conflating the idea of God’s silence with God’s abandonment or God’s nonexistence. But, as we get to know God, we learn that silence is really a language for God. A means of communication. And if that is true, then, a mature relationship with God invites us to learn a new language! Think of music – it is made up of both notes and rests. Rests aren’t the absence of music. And, rests aren’t inferior to notes. Both are essential. The presence and artful arrangement of both combine to make beautiful music. If we want to hear from God, we may need to remember what the prophet Elijah learned, that God didn’t speak in the wind or the fire or the earthquake but rather, “…in a still small voice.”

1 Kings 19:12


5 Lenten Questions with Bishop Rob Wright

Join Bishop Wright in a 5-part video series to help guide us during this season of sacrifice and self-examination.


Cuando Dios Calla

¿Qué hacer cuando Dios calla? Va la pregunta. Pero quizás lo que realmente se está diciendo aquí es: ‘Dios no me está hablando de una manera que es conveniente o lo suficientemente dramática para abordar mis ansiedades y dificultades’. Siendo las criaturas ansiosas que somos, podríamos estar combinando la idea del silencio de Dios con el abandono de Dios o la inexistencia de Dios. Pero, a lo que comenzamos a conocer a Dios, aprendemos que el silencio es realmente un lenguaje para Dios. una manera de comunicarse. Y si eso es verdad, entonces, ¡una relación madura con Dios nos invita a aprender un nuevo lenguaje! Piensa en la música – está compuesta por notas y descansos. Los descansos no son la ausencia de música. Y, los descansos no son inferiores a las notas. Ambas cosas son esenciales. La presencia y el arreglo ingenioso de ambas se combinan para hacer una música hermosa. Si queremos escuchar a Dios, puede que necesitemos recordar lo que el profeta Elías aprendió, que Dios no hablaba en el viento ni en el fuego ni en el terremoto pero en “un suave murmullo.”

1 Reyes 19:12