The Logo of The Episcopal Diocese of Atlanta - Purple Crest with Bishop's Mitre

Progress

Mar 31, 2023

Jesus rode a donkey into Jerusalem. He didn’t have to make this trip, he could have remained rural royalty, a potentate among the peasants. But, this donkey ride was the logical progression of his faith. To the doubters and the devout this was an outrageous public presentation of a bold faith. Unlike those old cowboy movies where the good guy rides into town itching for a showdown, this was God’s alternative power parade-unashamedly gentle, decidedly faithful, resolutely patient. Progress with God and for God is always one part tradition, one part scripture, and one part courageous humble experiment. Maybe it was the prophet Isaiah’s words Jesus was thinking about as his progress took him through the gates to Jerusalem, “I have set my face like flint, and I know I shall be not be put to shame.” Sometimes our faith can become cerebral, stoic, self-serving or sedentary, but faith alive is about progress in God for God and for the world. As Howard Thurman has prayed, “Keep alive in me the future look, the high hope.”

Matthew 21:1-11
Isaiah 50


For People with Bishop Rob Wright

The podcast expands on Bishop’s For Faith devotional, drawing inspiration from the life of Jesus to answer 21st-century questions.


Progreso

Jesús llegó en un burro a Jerusalén. Él no tenía que hacer este viaje, pudo haber permanecido como realeza rural, un soberano entre los campesinos. Pero, este viaje en burro fue la progresión lógica de su fe. Para los dudosos y los devotos, esta fue un signo escandaloso y público de una fe audaz. A diferencia de las viejas películas de vaqueros en Hollywood donde el héroe de la historia viaja a la ciudad con ganas de un enfrentamiento, este fue el caminar esplendoroso del poder de Dios: Desvergonzadamente gentil, decididamente fiel, resueltamente paciente. El progreso en nuestra vida con Dios y para Dios consta siempre de tres partes; una parte tradición, una parte escritura y una parte acciones humildemente valientes. Tal vez fueron las palabras del profeta Isaías en las que Jesús estaba pensando cuando su camino lo llevó a través de las puertas de Jerusalén, “He puesto mi rostro como pedernal, y sé que no seré avergonzado”. A veces nuestra fe puede llegar a ser cerebral, estoica, egoísta o sedentaria, pero una fe viva es sobre el progreso en Dios para Dios y para el mundo. Como Howard Thurman ha orado, “Mantén viva en mí la visión al futuro, la gran esperanza”.

Mateo 21: 1-11
Isaías 50