“The Glories of His Righteousness and Wonders of His Love….”
Again and again this season, in images and songs, we are charmed by the thought of a dutiful husband, a bold teenage girl and a helpless child as the delivery system for God’s love and power in the real world. Practically, though, if we’re not careful, we’ll imagine that we are the Christmas tree and Jesus is only an ornament.
The gift of Christmas is that we are invited again to think better and to live truer. God in the form of Jesus is the Christmas tree planted in our midst as a sapling. Once a sapling but now the tallest and strongest tree. And we are like sparkling ornaments and flickering lights resting on its branches. The highest and best purpose of our lives is to adorn what God has promised and accomplished. What God has accomplished is to draw near; to accompany us in our joys and sorrows; to call us out beyond ourselves and to give us a durable and generative hope.
With these extraordinary gifts given to us, gifts far beyond our deserving, we are left to wonder this season, maybe more than any other season, what example of God’s love and power is God longing to release through me?
Merry Christmas!
“Las Glorias De Su Justicia Y Las Maravillas De Su Amor …”
Una y otra vez esta temporada, en imágenes y canciones, somos encantados por la idea de un esposo obediente, una adolescente audaz y un niño indefenso como el sistema de entrega del amor y el poder de Dios en el mundo real. Sin embargo, en la práctica, si no tenemos cuidado, imaginaremos que somos el árbol de Navidad y que Jesús es solo un adorno.
El regalo de la Navidad es que estamos nuevamente invitados a pensar mejor y vivir de verdad. Dios en la forma de Jesús es el árbol de Navidad plantado en medio de nosotros como un árbol joven. Una vez un árbol joven pero ahora el árbol más alto y más fuerte. Y somos como adornos brillantes y luces parpadeantes que descansan sobre sus ramas. El propósito más elevado y mejor de nuestras vidas es adornar lo que Dios ha prometido y cumplido. Lo que Dios ha logrado es acercarse; para acompañarnos en nuestras alegrías y penas; para llamarnos más allá de nosotros mismos y darnos una esperanza duradera y generativa.
Con estos regalos extraordinarios que se nos dan, regalos que van mucho más allá de lo que merecemos, nos preguntamos esta temporada, tal vez más que cualquier otra temporada, ¿qué ejemplo de amor y poder está deseando liberar Dios a través de mí?
¡Feliz Navidad!