Profound images of loss surround us. We can turn the TV off but the loss remains. Rather than face loss, we deny it or euphem-ize it. Just like Jesus’ friends of old. Yes, denial and euphemism temporarily dull pain, but ultimately they are a stumbling block to depth, growth and healing. There’s no life without loss! Into this comes Jesus, the gift. In his suffering and loss we find strength to face our own. Because of him we understand the cadence of life is life, death and life again. Be not afraid, beloved God can be trusted in our loss.
Pérdida
Las imágenes profundas sobre la pérdida nos rodean. Podemos apagar la televisión pero la pérdida todavía sigue presente. En vez de enfrentar la pérdida, la negamos o reemplazamos con eufemismos. Así como los amigos de Jesús de tiempo. Si, la negación y los eufemismos opacan el dolor temporalmente, pero al final son una piedra de tropiezo a la profundidad, crecimiento y curación. ¡No hay vida sin pérdida! A esto viene Jesús, el regalo. En su sufrimiento y pérdida encontramos la fuerza de enfrentar el sufrimiento propio. Por él entendemos la cadencia de la vida es vida, muerte y vida de nuevo. No tengas miedo, en Dios amado podemos confiar en nuestra pérdida.