The man who committed the murders in Orlando was not foremost a religious zealot. The violence he committed started with smaller incidences of violence to his loved ones and to himself. It seems he was tormented by a perverted sense of Islam and an intense struggle for peace with his sexual identity. You could say, he was bound and chained. Some of us are too. Be reminded, Jesus’ love is an un-chaining love! Our increasing openness to God will become freedom, expulsion of demons, relief of torment and healing for self – harming that ultimately harms all of us.
DESENCADENADOS
El hombre que cometió los asesinatos en Orlando no era un fanático religioso. La violencia que él cometió se desarrolló con pequeños momentos de violencia hacia sus seres queridos y hacia su persona. Parece ser que él estaba siendo atormentado por una percepción perversa del Islam y una gran lucha por estar en paz con su identidad sexual. Se podría decir que él estaba atado y encadenado; algunos de nosotros también lo estamos. Recuerda, el amor de Jesús es un amor desencadenado. El incremento de nuestra apertura hacia Dios se convertirá en libertad, en la expulsión de demonios, en el alivio del tormento, y en la curación del daño a si mismo, que al final nos lastima a todos.