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Day of the Dead: A Mexican Tradition That Transcends Time

Nov 1, 2023

San Bede’s Atlanta

Day of the Dead, a celebration of memory and a ritual that privileges remembrance over oblivion.

In pre-Hispanic times the cult of death was one of the basic elements of the culture, when someone died, they were buried wrapped in a mat and their relatives organized a party in order to guide them on their journey to Mictlán. In the same way, they placed food that pleased him in life, with the belief that he could become hungry.

The Day of the Dead in the indigenous vision implies the transitory return of the souls of the deceased, who return home, to the world of the living, to live with their relatives and to be nourished by the essence of the food offered to them on the altars placed in their honor.

In this Day of the Dead celebration, death does not represent an absence but a living presence; Death is a symbol of life that materializes on the offered altar. In this sense, it is a celebration that carries great popular significance as it includes various meanings, from philosophical to material.

Its origin lies in the harmony between the celebration of religious rituals brought by the Spaniards and the commemoration of the Day of the Dead that the indigenous people carried out since pre-Hispanic times; The ancient Mexica, Mixtec, Texcocan, Zapotec, Tlaxcalan, Totonac and other native peoples of our country, transferred the veneration of their dead to the Christian calendar, which coincided with the end of the agricultural cycle of corn, the main food crop of the country.

The celebration of the Day of the Dead takes place on November 1 and 2 as it is divided into categories: According to the religious calendar, November 1 corresponds to All Saints, a day dedicated to the “little children”, and November 2 to the Faithful Departed.  that is, to adults.

Every year many families place ofrendas and altars decorated with marigold flowers, papel picado, sugar skulls, pan de muerto, mole or some dish that their relatives liked to whom the offering is dedicated, and as in pre-Hispanic times, incense is placed to aromatize the place.

Likewise, the festivities include decorating the tombs with flowers and often making altars on the tombstones, which in indigenous times had great significance because it was thought to help lead the souls to travel a good path after death.

Tradition also indicates that, in order to facilitate the return of souls to earth, marigold flower petals should be scattered, and candles should be placed tracing the path they are going to travel so that these souls do not get lost and reach their destination. In ancient times, this path led from the families’ homes to the cemetery where their loved ones rested.

The Day of the Dead is celebrated throughout Mexico, with some variations depending on the region or state.

In Mexico City, in the Mayor’s Office of Tláhuac, there is a small town called Mixquic, which means “where there is mesquite”, one of the most visited places during these days since its celebration adheres to Mexican traditions and takes place together with the town fair. On November 2nd, “La Alumbrada” takes place, where thousands of candles illuminate the tombs decorated with flowers.

Oaxaca, one of the most culturally rich states, the celebration of the Day of the Dead is one of the most significant. The altars are adorned with a white tablecloth or papel picado and divided into steps, each having a special meaning: the first represents grandparents and/or adults, while the second or successive ones are for everyone else. During this festivity you can attend countless exhibitions in Oaxaca.

Other states and places highlighted in Mexico during this festivity are: Janitzio and Pátzcuaro in Michoacán, Xochimilco in Mexico City and Cuetzalán in Puebla, to name a few.

It is worth mentioning that in 2008 the United Nations Educational, Scientific and Cultural Organization (UNESCO) declared this festivity as Intangible Cultural Heritage of Humanity, due to its importance and meaning as it is a traditional expression -contemporary and living at the same time-, integrative, representative and communitarian.

For UNESCO, the annual meeting between indigenous peoples and their ancestors fulfills a considerable social function by affirming the role of the individual within society. It also contributes to strengthening the cultural and social status of Mexico’s indigenous communities.

The Day of the Dead is considered a celebration of memory and a ritual that privileges remembrance over oblivion.

In Mexico the celebration of the Day of the Dead varies from state to state, from municipality to municipality and from town to town, however throughout the country it has the same principle, to bring families together to welcome their loved ones who return from the afterlife.

(Article read on Mexico Government page)

 

 


Día de Muertos, tradición mexicana que trasciende en el tiempo. (Gobierno de México)

Día de Muertos, una celebración a la memoria y un ritual que privilegia el recuerdo sobre el olvido.

En la época prehispánica el culto a la muerte era uno de los elementos básicos de la cultura, cuando alguien moría era enterrado envuelto en un petate y sus familiares organizaban una fiesta con el fin de guiarlo en su recorrido al Mictlán. De igual forma le colocaban comida que le agradaba en vida, con la creencia de que podría llegar a sentir hambre.

El Día de Muertos en la visión indígena implica el retorno transitorio de las ánimas de los difuntos, quienes regresan a casa, al mundo de los vivos, para convivir con los familiares y para nutrirse de la esencia del alimento que se les ofrece en los altares puestos en su honor.

En esta celebración de Día de Muertos, la muerte no representa una ausencia sino a una presencia viva; la muerte es un símbolo de la vida que se materializa en el altar ofrecido. En este sentido se trata de una celebración que conlleva una gran trascendencia popular ya que comprende diversos significados, desde filosóficos hasta materiales.

Su origen se ubica en la armonía entre la celebración de los rituales religiosos católicos traídos por los españoles y la conmemoración del día de muertos que los indígenas realizaban desde los tiempos prehispánicos; los antiguos mexicas, mixtecas, texcocanos, zapotecas, tlaxcaltecas, totonacas y otros pueblos originarios de nuestro país, trasladaron la veneración de sus muertos al calendario cristiano, la cual coincidía con el final del ciclo agrícola del maíz, principal cultivo alimentario del país.

La celebración del Día de Muertos se lleva a cabo los días 1 y 2 de noviembre ya que esta se divide en categorías: De acuerdo con el calendario católico, el 1 de noviembre corresponde a Todos los Santos, día dedicado a los “muertos chiquitos” o niños, y el día 2 de noviembre a los Fieles Difuntos, es decir, a los adultos

Cada año muchas familias colocan ofrendas y altares decorados con flores de cempasúchil, papel picado, calaveritas de azúcar, pan de muerto, mole o algún platillo que le gustaba a sus familiares a quien va dedicada la ofrenda, y al igual que en tiempos prehispánicos, se coloca incienso para aromatizar el lugar.

Asimismo, las festividades incluyen adornar las tumbas con flores y muchas veces hacer altares sobre las lápidas, lo que en apocas indígenas tenía un gran significado porque se pensaba que ayudaba a conducir a las ánimas a transitar por un buen camino tras la muerte.

La tradición también indica que, para facilitar el retorno de las almas a la tierra, se deben esparcir pétalos de flores de cempasúchil y colocar velas trazando el camino que van a recorrer para que estas almas no se pierdan y lleguen a su destino. En la antigüedad este camino llegaba desde la casa de las familias hasta el panteón donde descansaban sus seres queridos.

El Día de Muertos se celebra en todo México, teniendo algunas variantes dependiendo la región o el estado.

En la Ciudad de México, en la Alcaldía de Tláhuac, se encuentra un pequeño poblado de nombre Mixquic, que significa “donde hay mezquite”, uno de los lugares más visitados durante estos días ya que su celebración se apega a las tradiciones mexicanas y se lleva a cabo conjuntamente con la feria del pueblo. El día 2 de noviembre se realiza “La Alumbrada”, donde miles de velas iluminan las tumbas decoradas con flores.

Oaxaca, uno de los estados más ricos culturalmente hablando, la celebración de Día de Muertos es una de las más significativas. Los altares se adornan con un mantel blanco o papel picado y se divide en escalones, teniendo cada uno un significado especial: el primero representa a los abuelos y/o adultos, mientras que el segundo o sucesivos son para todos los demás. Durante esta festividad puede asistirse a infinidad de exhibiciones en Oaxaca.

Otros estados y lugares destacados en México durante esta festividad son: Janitzio y Pátzcuaro en Michoacán, Xochimilco en la Ciudad de México y Cuetzalán en Puebla, por citar algunos.

Cabe mencionar que la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), declaró en 2008 esta festividad como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, por su importancia y significado en tanto se trata de una expresión tradicional -contemporánea y viviente a un mismo tiempo-, integradora, representativa y comunitaria.

Para la UNESCO, el encuentro anual entre los pueblos indígenas y sus ancestros cumple una función social considerable al afirmar el papel del individuo dentro de la sociedad. También contribuye a reforzar el estatuto cultural y social de las comunidades indígenas de México.

El Día de Muertos se considera una celebración a la memoria y un ritual que privilegia el recuerdo sobre el olvido.

En México la celebración del Día de Muertos varía de estado en estado, de municipio en municipio y de pueblo en pueblo, sin embargo, en todo el país tiene un mismo principio, reunir a las familias para dar la bienvenida a sus seres queridos que vuelven del más allá.