Love cares enough to tell you the path you’re traveling is perilous. That’s what Jeremiah is doing on behalf of God when he says, “Cursed are those who trust in mere mortals and make mere flesh their strength.” Do you see the love? Remember it’s not God who is cursing in this sentence, it’s us. Either we bless ourselves or curse ourselves by our choices. Either we bless ourselves by deciding to be coachable by God or we curse ourselves by being heedless to God. The warning is that calamity and misfortune are up ahead if you stay on the course that ultimately trusts mortal wisdom and physical strength. The love is in the warning. If you were God, what word would you use to warn people not to waste their precious ultimate trust in ways that will deplete their spirits and exhaust their souls?
For People with Bishop Rob Wright
The podcast expands on Bishop’s For Faith devotional, drawing inspiration from the life of Jesus to answer 21st-century questions.
Amor
El amor se preocupa lo suficiente como para decirte que el camino que estás recorriendo es peligroso. Eso es lo que Jeremías está haciendo en nombre de Dios cuando dice: «Malditos son los que confían en simples mortales y hacen de la simple carne su fortaleza». ¿Ves el amor? Recuerda que no es Dios quien está maldiciendo en esta oración, somos nosotros. O nos bendecimos a nosotros mismos o nos maldecimos por nuestras acciones. O nos bendecimos a nosotros mismos al decidir ser dóciles a Dios o nos maldecimos a nosotros mismos al ser desatentos a Dios. La advertencia es que la calamidad y la desgracia están por delante si permaneces en el curso que solamente confía en la sabiduría mortal y la fuerza física. El amor está en la advertencia. Si fueras Dios, ¿qué palabra usarías para advertir a las personas para que no desperdicien su preciosa confianza en cosas que agotan su espíritu y su alma?
