Palm Sunday makes me feel ridiculous! But, I continue with this absurdity because ridiculous is the point! This silly parade is meant to question all the other ridiculousness of our lives, culture and world. That was Jesus’ original intention – to show us that the way we do power, politics, religion, leadership and the sharing of resources is foolish, biased and arrogant. The gift of being ridiculous, like Jesus, if only for a bit, is that it illuminates how far our lives are from his example. And maybe, for a crazy few of us, ridiculous shows us the way back along side of him.
Ridículo
¡El Domingo de Ramos me hace sentir ridículo! Pero, yo continúo con está absurdidad porque ¡la ridiculez es el punto! Este desfile tonto está para cuestionar toda la otra ridiculez de nuestras vidas, cultura y el mundo. Esa era la intención original de Jesús – mostrarnos que la manera en el que hacemos el poder, la política, la religión, el liderazgo y el compartir de recursos es tonto, sesgado y arrogante. El regalo de ser ridículo, como Jesús, así sea por un momento, es que ilumina que tan lejos nuestras vidas están de su ejemplo. Y quizás, para algunos pocos locos de nosotros, lo ridículo nos muestra el camino de regreso al lado de él.